La leyenda de la carreta de la muerte en Santa Anita, Tlaquepaque, es una historia escalofriante que se remonta a mediados del siglo pasado y está profundamente ligada a la época de la epidemia de influenza durante la Revolución Mexicana.
Se cuenta que Felipe Gutiérrez Calderón, cuando era niño, sufría de insomnio debido a los sustos nocturnos provocados por el sonido de una carreta que transitaba por la calle Colón rumbo al panteón. A pesar de que sus padres no le creían, su hermano José una noche decidió acompañarlo y juntos escucharon el inconfundible ruido de la carreta. Al asomarse por la ventana, vieron una procesión de frailes encapuchados con velas en mano, rezando responsos, y un carromato tirado por cuatro caballos donde yacían hombres y mujeres en estado agonizante y lamentándose. La visión fue tan aterradora que ambos hermanos quedaron temblando de miedo y fueron enviados a dormir a otra habitación para evitar que siguieran escuchando los sonidos.
Esta carreta no es un simple vehículo, sino un símbolo de las almas que sufren debido a la epidemia de influenza que azotó la región. En esos tiempos, los sepultureros enterraban vivos y muertos juntos en fosas comunes para detener la propagación de la enfermedad. Los vivos que iban en la carreta pedían atole para calmar su hambre, pero el conductor respondía con frialdad que no había lugar para eso, solo sepultura.
La leyenda también menciona que la carreta aparece especialmente en noches de luna llena en octubre, justo antes del Día de Muertos, y que su paso es acompañado por un chirrido característico que va de un sonido agudo a uno grave, similar a una mezcla de instrumentos musicales. El carromato, tirado por un caballo flaco y cojo, es conducido por una figura femenina que no se inmuta ante los ladridos de los perros y que lleva un ataúd al panteón. Quienes se atreven a asomarse a verla suelen sufrir consecuencias fatales, como el caso de un hombre que murió de miedo tras verla iluminada por un rayo durante una tormenta.
Por esta razón, los habitantes de Santa Anita y Tlaquepaque prefieren cerrar sus ventanas y no salir en esas noches, evitando así encontrarse con la carreta de la muerte y su lúgubre procesión.
Esta leyenda refleja el miedo y el respeto hacia la muerte y las tragedias que marcaron la historia local, y se mantiene viva como parte del folclore y la tradición oral de la región.
Rotten Tomatoes. (s.f.). The Phantom Carriage. Recuperado el 20 de abril de 2025, de https://www.rottentomatoes.com/m/the_phantom_carriage
Bibliotecas Tlaquepaque. (2020, 14 agosto). Juan Partida y la carreta de la muerte [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=GtF6qIKou7M
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