I. EL SILENCIO QUE ANTECEDE AL HORROR.
La brisa helada del lago Chapala azotó el rostro de Itzel mientras sus dedos temblorosos sostenían la linterna. "Encuéntrala", le había ordenado su abuela al morir, "la flor morada que nace donde ella murió". Pero ahora, a las 3:17 AM, con el sonido de chapoteos cercanos que no coincidían con el ritmo de las olas, comprendió por qué los pescadores llamaban a este lugar "Xamayaín": "La que arrastra al olvido".
II. LA PRINCESA QUE NADIE DEBE NOMBRAR.
Hace 500 años...
Zazamol no era una princesa cualquiera. Sus ojos color obsidiana, decían, reflejaban el futuro. La noche que se negó a casarse con el guerrero de Mezcala, el lago rugió como bestia herida. "¡Maldecirás cada gota que bebas!", escupió el pretendiente rechazado, arrojando al agua un collar de dientes de coyote.
Al amanecer, Zazamol desapareció. Solo flotaba su huipil bordado con símbolos que los chamanes modernos traducen como: "Cuando la luna esté roja, regresaré por lo que es mío".
III. LA BÚSQUEDA DE ITZEL.
Presente...
La linterna parpadeó. Itzel sintió que algo helado le rozaba los tobillos bajo el agua. "Solo son nenúfares", murmuró, aunque el mazo de flores moradas que llevaba en la mochila comenzó a gotear un líquido espeso que olía a almizcle podrido.
De pronto, la linterna iluminó una mano emergiendo entre los lirios. No era humana:
- Uñas largas como espinas de maguey.
- Piel translúcida, con venas azules que latían al ritmo de las olas.
- Anillo de jade idéntico al que Itzel heredó de su abuela.
IV. LO QUE EL AGUA ESCONDE.
Un canto gutural, mezcla de sollozo y risa, estalló desde el fondo. Itzel corrió, pero el sendero de tierra firme se había convertido en fango vivo que la succionaba.
En la orilla opuesta, una figura alta y delgada emergió:
- Cabellos de algas que goteaban sanguijuelas.
- Rostro cubierto por un velo de escamas plateadas.
- Manos extendidas, mostrando monedas de oro con la efigie de Zazamol.
"Tú eres de los míos", susurró la voz, mientras las flores de Itzel cobraban vida, estrangulándola con tallos que olían a carcoma y salmuera.
V. EL PRECIO DE LA VERDAD.
Cuando los buscadores hallaron a Itzel al amanecer, yacía entre flores moradas perfectamente secas, aunque la niebla matinal empapaba todo. En su diario leían:
"Abuela tenía razón: Jamay no significa 'lugar de alfareros'. Es una advertencia. Zazamol no busca justicia... busca sustitutos".
Y en el margen, escrito con una sustancia roja que los forenses no pudieron identificar:
"CUANDO LA LUNA ROJA LLENE EL LAGO, YO TAMBIÉN FLORECERÉ".
VI. EPÍLOGO: LA MALDICIÓN CONTINÚA.
Los vecinos juran que cada noche de luna llena:
- Las campanas de la iglesia repican solas.
- Las fotografías antiguas del museo local lloran agua salada.
- Y en la playa, aparecen huellas pequeñas que llevan hasta el lago... y no regresan.
¿Te atreverías a buscar la flor morada? ❀
ADVERTENCIA: Ai decides visitar el lago, lleva espejos de obsidiana (dicen que ella no soporta ver su reflejo)... pero nadie ha regresado para confirmarlo.
Guardia Nocturna. (2021b, febrero 9). Misterios La leyenda de la princesa de Jamay [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=4xiauHE9zCk
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