En el antiguo pueblo minero de Santa María del Oro, conocido por sus riquezas y su hermosa laguna formada en un cráter volcánico, se esconde una historia que ha sido transmitida de generación en generación: la leyenda del tesoro oculto en las faldas del Cerro del Pando y el espíritu que lo protege.
Se cuenta que hace muchos años, en tiempos en que la minería y la explotación del oro eran la principal fuente de vida para los habitantes, un bandido llamado Florian Calleja acumuló una gran fortuna fruto de sus fechorías. Temiendo que su botín fuera robado o perdido, decidió esconderlo en una cueva secreta en el Cerro del Pando, un lugar de difícil acceso y rodeado de misterios.
Para proteger el tesoro, Florian Calleja dejó una advertencia clara: solo aquellos que demostraran verdadero valor y respeto podrían acercarse a la cueva y encontrar la riqueza escondida. Se dice que el espíritu mismo del bandido quedó encargado de cuidar el tesoro, apareciendo como un jinete espectral vestido con capa y sombrero, montado en un imponente caballo negro que parece flotar sobre la tierra.
Según la tradición, para invocar al espíritu y pedirle que revele el tesoro, una persona debe realizar un ritual que consiste en pasar tres noches en vela en el panteón del pueblo, encendiendo velas y guardando silencio absoluto. Al amanecer del tercer día, debe llevar un gallo al cementerio, cortarle la cabeza y gritar con valentía: “Florian Calleja, llévame a la cueva del tesoro donde está el tesoro.”
Solo un hombre se atrevió a realizar este rito. Durante la tercera noche, apareció ante él el espíritu de Florian Calleja, que montaba su caballo negro y lo condujo hacia la cueva. Sin embargo, el hombre, aterrorizado por la presencia sobrenatural y la majestuosidad del jinete, huyó sin atreverse a continuar.
Desde entonces, nadie más ha intentado el ritual, y el tesoro permanece oculto, protegido por el espíritu del bandido y la fuerza de la leyenda.
Esta historia no solo habla de riquezas ocultas, sino también de la valentía, el respeto a lo desconocido y los misterios que envuelven a Santa María del Oro. El Cerro del Pando sigue siendo un lugar de misterio y fascinación para quienes conocen su historia, un símbolo de la riqueza y el misterio que guarda la tierra jalisciense.
¿Y tú, qué harías si te encontraras frente al espíritu del Cerro del Pando? ¿Aceptarías el desafío o dejarías que el misterio siga intacto?
Comentarios
Publicar un comentario
¿Quieres contar tu propia leyenda o experiencia? ¡Déjanos tu comentario!